El 25 de agosto de 2016 el Consejo Directivo de la Facultad de Filosofía y Letras firmó un pronunciamiento en el que manifestó su "satisfacción porque a dos años de cumplirse el Centenario de la Reforma Universitaria, orgullo de los argentinos y modelo de política universitaria para Latinoamérica, la UNT en sesión de la Honorable Asamblea Universitaria para la reforma del Estatuto, ratifica uno de sus principios fundamentales: el Ingreso Irrestricto a la universidad pública. De este modo, también da garantías de que el Derecho a la Educación en todos sus niveles, incluido el Superior, no constituye una abstracción sino una realidad auspiciosa de mayor democratización de la educación".
El documento rescata la decisión de la Honorable Asamblea que honra la tradición forjada con la Reforma del 18´y que, asegura que a partir de ella "nos toca re-pensar y re-crear la universidad en momentos y circunstancias diferentes a aquéllas de comienzos del siglo XX, pero con el mismo espíritu en defensa del ingreso libre e irrestricto para todos los argentinos –legítimos dueños de la universidad pública-, y con el compromiso irrenunciable de profundizar su excelencia científico-académica."
El Consejo Directivo, con la creencia de que la universidad debe ser una oportunidad para todos y no para algunos, declaró que hablar de universidad abierta "no significa simplemente que a ella ingresa todo el que así lo disponga, sino también alentar a los jóvenes para que emprendan la tarea de la educación superior y asegurar progresivamente las mejores condiciones posibles para que alcancen su graduación". En este sentido reconoció que, frente a las diferencias en los capitales culturales de los ingresantes, el deber de la Universidad es procurar de los recursos educativos que permitan a todos transitar las propuestas de formación con éxito. "De otra manera" aclara el documento, "estaríamos erigiendo una universidad que excluye a muchos y admite a pocos, con criterios que, basados en falacias, cristalizan las desigualdades socio-económicas de los individuos."
Se remarcó también la enorme importancia que tiene este modelo de universidad para la consolidación de la democracia y que esta es una oportunidad propicia para estimular el debate en todos los espacios: aulas, medios de comunicación, centros de estudiantes, etc.
El pronunciamiento concluyó "Sabemos que la concreción de derechos tan importantes como el del ingreso irrestricto a la universidad supone un conjunto de problemas complejos a resolver. Que estos problemas no se resolverán inmediatamente y que exigen poner en juego cuantiosos recursos humanos y de infraestructura. Que el diseño de una estrategia superadora implicará poner a trabajar mucha inteligencia y voluntad política. Y finalmente, que como toda utopía democratizadora, más que un estadio final, el ingreso irrestricto debe ser el norte que oriente todas las estrategias de acceso que esta Universidad se formule para los próximos años. Con sentido igualitario y de justicia social."