En el marco del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio que obligó a la Universidad Nacional de Tucumán a mantener cerradas sus sedes como medida de seguridad ante la Pandemia que atravesamos producto del Virus CoVid -19, la Facultad de Filosofía y Letras se propuso un espacio para pensar y reflexionar sobre algunos temas que son atravesados por esta circunstancia. Una suerte de punteos para profundizar y sumar así un aporte al intercambio de ideas e información.
“Al Filo del Covid-19. Reflexiones en tiempo de pandemia” fue el nombre de este ciclo que reunió la pluma de docentes e investigadoras de la Facultad.
El primer aporte lo realizó la Dra. Griselda Barale, de las Cátedras Pensamiento Filosófico y Estética, marcando que “estudiar o enseñar, en todas y cada una de las carreras de la UNT y, en especial las de Filosofía y Letras, nos debe servir para tener la mente abierta a los cambios; para tener una actitud atenta para no sucumbir ante dogmas, noticias falsas, o falsos profetas del pánico o la desesperanza; para no perder la espontaneidad de los sentimientos, pero no caer en sentimentalismos; en suma, para ejercitarnos en el pensar y escapar de todo facilismo de conciencia” para finalmente proponernos como alternativa un “optimismo moderado” frente a la actual pandemia.
Por su parte, la Dra. Dolores Marcos, de las Cátedras Filosofía Social y Política y Pensamiento Filosófico, con su artículo Pérdidas, producciones y abismos reflexionó que “las universidades nacionales se enfrentan al enorme desafío de dar algún tipo de continuidad a la educación superior en tiempos de cuarentena (…) El objetivo es noble: continuar impartiendo enseñanzas con los medios tecnológicos al alcance. Sin embargo, hay una serie de dificultades no sólo en la implementación, sino en las condiciones tanto de alumnxs como de docentes para sostener estos modos.” Pero, “en la situación de excepción que atravesamos”, dice Marcos, “en la que se trata de preservar la vida, es inevitable que, entre otras cosas, se pierda en educación superior”. Y concluyó: “asumir ese duelo sería el primer paso para pensar de manera más serena los modos de recuperar el tiempo de enseñar y aprender para que nadie quede afuera.”
Luego, la Dra. María Marta Luján, de las Cátedras Cultura y Comunicación e Historia de la Comunicación, con su Contigo en la distancia planteó que “la pandemia tiene que ser el punto de partida para implementar mecanismos, por parte del Estado, de las Universidades, de las Escuelas, de los directivos y docentes de sostener la educación como diálogo y contener a los alumnos desde el cuidado. Que la intemperie sanitaria y económica no sea, además, desamparo educativo”.
También participó de este espacio la Prof. Paula Storni, de las Cátedras Cultura y Comunicación e Historia de la Comunicación, quien trazó su reflexión sosteniendo que uno “de los pilares sobre los que se erigen nuestras seguridades es el saber, no entendido como conocimiento académico o enciclopédico necesariamente, sino como posibilidad de dar respuesta a un interrogante o un problema”. Que este tiempo de aislamiento exige “dar respuesta o producir explicaciones sobre las causas, los rasgos y los efectos posibles de la pandemia y el confinamiento”. Y vislumbra, en su Escrito en el encierro: reflexiones en pantuflas de una burguesa privilegiada, que “posiblemente no haya respuestas y la única certeza, al menos por ahora sea la de asumirnos ignorantes y “soportar la fragilidad que implica que no haya garantías”.
Pandemia y violencia contra las mujeres y de género fue el aporte reflexivo que compartió la Dra. Beatriz Garrido, de las Cátedras de Antropología y Etnografía General y Antropología Social, en donde llama la atención sobre las políticas implementadas de protección de la población que han derivado en el aislamiento social que ha llevado a que muchas mujeres quedaran indefensas junto a sus hijxs, en sus casas, junto a sus agresores. “Esther Pineda G, en Diario Digital Femenino, señala que el Covid-19 está siendo utilizado por los agresores para ocultar sus crímenes y evadir a la justicia, así lo ponen en evidencia paradigmáticos femicidios recientemente cometidos en Argentina”, señala Garrido en su artículo.
Por último, la Esp. María Fernanda Hidalgo, Prof. Adjunta de la Cátedra Tecnología Educativa, realizó Aportes para reinventar las prácticas de enseñanza universitaria en modalidad virtual en tiempos de COVID-19. En su escrito sostuvo que en tiempo de pandemia no se debe perder de vista la situación de los jóvenes que no cuentan con dispositivos tecnológicos apropiados, ni con conectividad en sus hogares o uso de datos en sus celulares. Y al mismo tiempo no se puede renunciar a la tarea educativa ni a nuevas formas a través de las cuales asegurar la continuidad formativa. “El óptimo trabajo en un entorno virtual no necesariamente estará dado por el uso de unos recursos tecnológicos de última generación, sino más bien, por la adecuada y flexible planificación de las actividades de aprendizaje, la selección de estrategias de comunicación efectivas, así como también por el continuo y oportuno seguimiento a las actividades de formación estipuladas en la planificación” señaló.