Con la adhesión de la Facultad y el Doctorado en Humanidades, el martes 15 se llevó a cabo la presentación del libro Presentación del libro “El viaje de Nejome. Refugiados Judíos durante la segunda guerra mundial” de Vanesa Teitelbaum.
La presentación estuvo a cargo de la Dra. Florencia Gutiérrez (FF yL/UNTy CONICET), Gregorio Werchow, hijo de Nejome; Diana Mizrahi, su nuera y la autora, Vanesa Teitelbaum.
La obra analiza, desde una perspectiva histórica, el diario de viaje que Nejome Zaluski comenzó a escribir desde su salida de Kobryn (Polonia), en 1939, hasta su llegada a Tucumán a mediados de 1941. Originalmente escrito en idish y traducido por Lucas Fiszman, “reviste un enorme valor testimonial, en tanto permite reponer la subjetividad y experiencia de una mujer judía, quien a los 25 años logró escapar de los horrores de la guerra y la expansión del nazismo y se convirtió en Tucumán en una de las pioneras del asociacionismo femenino judío”, afirmó la Dra. Gutiérrez.
Al final de su diario, Nejome afirma la voluntad de que su manuscrito se convierta en un objeto de evocación nacido de un deseo personal pero también de un imperativo ético. “Yo sola como si hubiera nacido de una piedra. No hay ni siquiera una piedra para derramar el corazón de vez en cuando. Este poquito de diario deberá quedar como un documento, como una lápida, como memoria” (p. 120.) Según Gutiérrez, estas palabras sintetizan el “deber de memoria” con el que Nejome invistió a su texto. Su escritura es “la expresión de la memoria, de la experiencia vivida, es la síntesis de esa construcción singular y legítima devenida de un suceso traumático que atravesó y determinó su vida, como la de miles de hombres, mujeres y niños obligados al destierro. Por ello, la traducción y publicación de su manuscrito tiene un enorme valor histórico y ético asociado al “deber” de memoria.” afirmó.
A su vez, el valor intrínseco del diario se potencia con el estudio histórico realizado por Vanesa Teitelbaum. La investigación condensada en la primera parte de la publicación, demuestra cómo la memoria se convierte en objeto de la historia, el oficio de historiadora le permite contextualizar e inscribir la singularidad del testimonio, buscando esclarecer las causas, la coyuntura y la dinámica de conjunto en la que se inscribió la experiencia de Nejome.
La presentación, además de ofrecer un detallado análisis del trabajo, generó un espacio emotivo para recordar, no sólo a la “protagonista” de la historia, si no a miles de personas que dejaron atrás un continente sumido en la guerra y la destrucción.