El 14 de junio, en el Espacio Cultural de nuestra Facultad, se realizó la presentación del libro “Yo no Canto por Cantar: El legado de Mercedes Sosa” de Coqui Sosa.
La actividad fue organizada por la SADE filial Tucumán (Sociedad Argentina de Escritores), Pucará Producciones +Cultura y Editorial Trascender NOA; y conto con el auspicio de Filosofía y Letras.
La presentación conto con la moderación de Alejandra Burzac y con la intervención del destacado periodista y escritor Roberto Espinosa que fue el responsable de entrevistar al autor del libro.
Estuvieron presentes, la vicerrectora de la Universidad Nacional de Tucumán, Mercedes Leal, y el decano de nuestra facultad, Sergio Robin, entre otros integrantes del equipo de gestión, docentes, estudiantes y público en general.
El libro “Yo no Canto por Cantar: El legado de Mercedes Sosa”, escrito por el músico Coqui Sosa, sobrino de la reconocida cantora de renombre nacional e internacional Mercedes Sosa, recoge relatos, vivencias y es el fruto de un trabajo de cuatro años de trabajo, en el que su autor buceo en su memoria y sus recuerdos con emoción y nostalgia. En este sentido, Coqui Sosa expresó: “siento que de alguna manera estoy devolviendo lo mucho que recibí de ella (Mercedes Sosa) en lo artístico y lo humano”. El libro fue editado por Editorial Trascender NOA.
Biografía de Mercedes Sosa, Cantora del Pueblo
El 9 de julio de 1935, en San Miguel de Tucumán (dos semanas después de la muerte de Carlos Gardel, el “Zorzal Criollo” y Día de la Independencia Argentina) nació en un “hogar humilde”; que forjará su futuro Haydée Mercedes Sosa; quien con el paso de los años conquistaría prestigio y renombre internacional por su carrera artística.
Haydée Mercedes Sosa, nació y se crió en el seno de una familia que la marcaría para toda la vida, por sus convicciones y formas de enfrentar la adversidad económica. Su madre Emma del Carmen Girón era lavandera y su padre Quiterio Ernesto Sosa zafrero junto a sus cuatro hermanos: Miguel “Coquito” Sosa, Francisco del Valle “Cacho” Sosa, Orlando Ernesto “Chichi” Sosa y Clara Rosa “Cocha” Girón fueron los espectadores privilegiados del despertar artístico de “La Marta” como se la apoda en lo más profundo de su familia, ya que su mamá la llama así desde su nacimiento, pero su padre la inscribió como todos la conocemos. De la niñez y la adolescencia viene su apego por las expresiones artísticas populares. Recién salida de la adolescencia, le gustaba bailar, enseñaba danzas folklóricas y cantaba en los actos escolares.
Sin embargo, por aquel entonces Mercedes Sosa, no dimensionaba ni tenía interés por convertirse en la cantora que luego fue y cautivo al mundo. En este sentido, con apenas quince años, motivada por un grupo de amigas, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán” llamado “Hoy canto yo” con la conducción del locutor y animador Carlos del Corro; en el cual se presentó bajo el anonimato de su familia con el seudónimo artístico de Gladys Osorio. Esta actuación, sin duda sellaría a fuego, los primeros pasos de la joven tucumana, como “cantora”, dicha participación le valió ganar el concurso de canto, que implicaba como premio “un contrato por dos meses de actuación en la emisora” local. De esta forma, casi sin darse cuenta o como alguna vez enfatizó “La Negra” comenzó la carrera de la “cantora” que atravesó y continúa haciendo su aporte a la historia política, cultural y política del país, que la vio nacer y al mundo entero.
Poco a poco, con las vivencias a cuestas y firmes convicciones, Mercedes asumió “el compromiso con sus ideales, sueños y esperanzas” que mantendría hasta el final de sus días a través de su canto. Fue a través de cada canción que celosamente buscaba, estudiaba y ensayaba que fue capaz de hacer carne en su voz las luchas sociales por la igualdad de derechos de los “pueblos originarios, de las mujeres, de los trabajadores y de los niños”. Sin dudas, Sosa fue más que una cantante; fue una “cantora del pueblo” que con su voz conquistó “un grito colectivo de verdad, justicia, libertad y dignidad” para todas las mujeres y hombres del mundo.
Es así, que a lo largo de casi 60 años de trayectoria musical y en el ámbito de las manifestaciones culturales viajó por innumerables países y ciudades del mundo y fue condecorada por Estados y organismos internacionales a lo largo del mundo; no solo por su aporte musical con su voz, sino lo que ella representaba y representa como un testimonio vivo de su “inquebrantable compromiso con los Derechos Humanos”.
Su voz fue un “río creciendo, una flecha en aire, es amor combatiendo” como dice “La canción es urgente” de Teresa Parodi, que “permitió que todo un mundo conociera a los creadores de Latinoamérica, logrando el amor y reconocimiento de sus pares, y el agradecimiento de su público a lo largo de varias generaciones”; aún hoy a casi 13 años de su muerte, ocurrida el 4 de octubre de 2009.
Fuente: Bracelli, Rodolfo Mercedes Sosa, La Negra – 2 ª ed.- Buenos Aires: Sudamericana,2010.