El martes 14 de diciembre, se llevó a cabo un merecido Acto Homenaje a nuestros Jubilados y Jubiladas docentes y no docentes.
Presidieron el acto la Decana, Dra. Mercedes Leal; el Vicedecano, Mg. Santiago Bliss; la Secretaria Académica, Mg. Nélida Sibaldi; la Secretaria de Extensión, Lic. Graciela Yacuzzi; y el Director General Administrativo, Dante Di Risio.
El momento musical estuvo a cargo del Coro Vientos del Sur, dirigido por Mariano Paz que interpretó dos obras: Im Grünen, de Mendelssohn y Can’t Buy me Love (los Beatles), en un arreglo coral renacentista.
La Profesora Emérita de la UNT Dra. Susana Maidana estuvo a cargo de unas sentidas palabras en nombre de las y los homenajeados en las que reivindicó el rol de quienes se retiran del ámbito laboral, en una sociedad cuyo paradigma es el joven. Agradeció la invitación y manifestó que “Es bueno volver a la casa en la que compartimos trabajos, clases, frutos de investigación, gestión, siempre contando con el apoyo de los compañeros no docentes. Es una buena costumbre el reconocimiento al trabajo docente y administrativo porque son los dos motores que ponen en funcionamiento esta gran maquinaria”. Propuso una visión optimista de esa etapa de la vida, y sostuvo que la clave residía en “no perder la capacidad de apasionarse, inventar ámbitos de encuentros y actividades creativas”.
Por su parte, la Dra. Leal enfatizó el entusiasmo con el que la gestión había organizado el homenaje que se estaba rindiendo a las y los jubilados y jubiladas “por su generosidad, por su compromiso universitario y por la ética con que asumieron su trabajo. Muchas y muchos de los aquí presentes han marcado la vida de muchas generaciones en esta Facultad, nos han enseñado mucho, y por ello es importante que agradezcamos el tiempo, la dedicación, el respeto, la responsabilidad y el esfuerzo en cada tarea encarada”. Hizo especial mención a quienes ya no nos acompañan, “a los que esta pandemia se llevó dejando un profundo dolor que sólo colectivamente podremos reparar”; y también a docentes y no docentes que se jubilaron en pandemia y que se fueron ‘virtualmente’ sin que se les pudiera rendir un tributo: “sin que pudiéramos despedirlos con las tradiciones que siempre nos caracterizaron: dar la “última clase”, o la fiestita de los compañeros en la oficina, en el bar. Quisimos que este homenaje tenga un sentido reparador, que represente “ese abrazo “, que quisimos darles y no pudimos”, agregó.
Expresó su profundo agradecimiento por el aporte, la confianza y la condición de posibilidad que cada uno había generado para que la actual gestión pudiera conducir la Facultad durante casi ocho años: “Estamos convencidos de que no hay posibilidades de proyectos político académico en ningún ámbito, menos aún en instituciones educativas, si no son colectivos; si no son apropiados por el conjunto de trabajadores y trabajadoras de la institución”. Esto quedó demostrado en el escenario de la pandemia en el que “nos reconocimos como parte de una comunidad que sólo pudo sobreponerse a tanta dificultad, tensión y estrés estando unidos”. Reafirmó que la Facultad y la Universidad que queremos la tenemos que construir entre todos, pensándola como un bien público, un derecho humano y universal y un deber del Estado. “Queridos compañeros y compañeras, colegas, esta casa los abraza y agradece su aporte cotidiano; muchas gracias por su confianza, y por acompañarnos en ese sueño de construir futuro para nuestros queridos estudiantes”, concluyó.
Finalizadas las intervenciones, se hizo entrega de un presente a docentes y no docentes jubilados/as. Luego se disfrutó de la charla y el encuentro con un vino de honor.