El viernes 20 de agosto tuvo lugar la presentación virtual del libro de microrrelatos de Liliana Massara, titulado “Cuadernos de Penélope” (Aguja de Buffon Ediciones, 2021).
Organizado en forma conjunta por el IILAC (Instituto Interdisciplinario de Literaturas Argentina y Comparadas) y el proyecto PIUNT H-685, y auspiciado por la Asociación Literaria Dr. David Lagmanovich, la coordinación del evento estuvo a cargo de Valeria Mozzoni que invitó a la autora a realizar la apertura.
Con emotivas palabras, Massara dedicó la presentación del libro a su amiga Malisa Darmanin de Chaparro, recientemente fallecida. A continuación, Ana María Mopty y Verónica Juliano se refirieron a la obra; en el intervalo de ambas, Tamara Mikus leyó microrrelatos selectos. En el cierre, se proyectó un video del cantautor Mariano Barrionuevo. La presentación culminó con la intervención del público presente y con la lectura, esta vez en la voz de la propia autora, de textos incluidos en los Cuadernos.
En la contratapa del libro Mopty relata: “Cuadernos de Penélope contiene microrrelatos de Liliana Massara, libro significativo y prolijo dentro del género breve, una escritura que alcanza muchas veces el lenguaje de los sueños. Desde el epígrafe de Pablo Neruda, ´río de tiempo que tremola`, evoca recuerdos, vivencias que dan los años y sus transformaciones. Un movimiento de mirar y mirarse rige el libro como un intento de encontrar en la personalidad femenina de Penélope el transcurrir de la vida en su tejido: hacer y esperar. Vida y memoria son enfocadas en los logros, en los afectos que poblaron la infancia. Junto a estos temas, la escritura ocupa un lugar sustancial cuando espera palabras. ´En la terraza se asientan dos de ellas… corre a socorrerlas… mientras juega a los opuestos`. Numerosos textos, próximos al poema, nos advierten de pérdidas emocionales, aunque señala, ´pusieron el comando al corazón y levitaron`. La narradora busca optimizar los tejidos de la vida. Siempre fiel a sus hijos, a sus ancestros, a las letras.
Si pensamos que escribir es escribirse. Liliana es fiel a su condición femenina, a su labor docente y lo manifiesta en el microrrelato que da titulo al libro: ´Funda palabras, las cuelga en las paredes, recorta frases, intentando crear una realidad futura`, como dijo Borges, el tiempo pasa y la identidad perdura.”