El 13 de septiembre se realizó en la Facultad una mesa panel sobre la relación entre educación sexual integral (ESI) y la escuela en la que expusieron la profesora Adriana López Cuezzo (docente de Escuelas Experimentales), la psicóloga Verónica Camacho (integrante de la organización de mujeres “Casa de las Mujeres Norma Nassif”) y los licenciados Bruno Bazán y Georgina Ramos por parte del Programa de ESI del Ministerio de Educación provincial.
La coordinación del encuentro estuvo a cargo de la profesora Hilda Disatnik, de la asignatura Psicología Social (perteneciente a la carrera de Ciencias de la Educación), cátedra que organizó con sus alumnos esta mesa como una actividad de extensión no arancelada.
En la presentación, Hilda Disatnik destacó que esta mesa panel se realiza para luego abordar críticamente por parte de los alumnos -mediante intervenciones- la vida cotidiana en escuelas de la provincia. “Este año el tema es la ESI y lo que sucede con la ley nacional sobre educación sexual a la cual nuestra provincia es una de las pocas que aún no adhirió”, enfatizó Disatnik.
Luego, Bruno Bazán remarcó la importancia de conocer la ley sobre ESI y sus cinco ejes conceptuales: respetar la diversidad, cuidar el cuerpo y la salud, ejercer nuestros derechos, reconocer la perspectiva de género y valorar la afectividad.
Por su parte, Georgina Ramos destacó que existen diversos recursos didácticos para los docentes de los diferentes niveles como cuadernillos y láminas en el sitio web: www.argentina.gob.ar/educacion/esi. Se trata de materiales para docentes, en tanto se están elaborando otros para adolescentes.
Adriana López Cuezzo habló de “de-construirse” debido a la educación que hemos recibido en nuestra familia, en la escuela, desde la religión y desde otras instituciones. También abordó el “rol del docente”, según el cual éste tiene la oportunidad de ser un referente de confianza generando espacios de acompañamiento, de escucha y de diálogo.
Finalmente, para Verónica Camacho, se trata de un tema complejo que debe superar el modelo biomédico, moralizante. Propone que la sexualidad debe abordarse como parte del desarrollo de un sujeto social: “hay que pensar en los alumnos, pero también en las maestras, porque entre ellos se establecen relaciones que dejan huellas desde lo implícito o lo explícito configurando la subjetividad. Hay que superar lo dado, lo naturalizado, lo dominante como los roles de los niños (activo, agresivo) y las niñas (callada, sensible, sumisa), o que la familia sólo se forma a partir de un hombre -papá- con una mujer -mamá- (la familia ideal) o el uso de los colores en la escuela. Todo ello está sucediendo hoy al mismo tiempo, en un momento histórico dado, en el que se tocan socialmente temas que antes no se abordaban -esto es un avance- como el aborto, la educación sexual, las diferencias de género y la discriminación”.
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