La Secretaría de Coordinación y Fortalecimiento del Grado, desde sus coordinaciones de Proyectos para el Desarrollo del Grado y de Asuntos Curriculares, conjuntamente con el Área de Comunicación, diseñó y aplicó una encuesta a los ingresantes 2016. La misma tuvo como objetivo relevar información sobre asuntos tales como la valoración del Ciclo de Ambientación 2016; los procesos de cursado y estudio de los alumnos y sus estrategias de información y uso de la tecnología.
La encuesta se aplicó al finalizar el primer cuatrimestre de 2016 y arrojó información que permitirá no sólo optimizar los recursos y las estrategias pedagógicas y administrativas a la hora de organizar el Ciclo de Ambientación 2017, sino también brindar, a los docentes y a la gestión, datos cuanti y cualitativos valiosos a la hora de ayudar a los estudiantes en el fortalecimiento de sus trayectos pedagógicos.
La muestra está conformada por estudiantes de nueve de las catorce carreras que se estudian en la Facultad (Historia, Letras, Filosofía, Geografía, Inglés, Francés, Ciencias de la Comunicación, Ciencias de la Educación y Trabajo Social). El número de estudiantes corresponde al 10% de la matrícula de cada carrera.
Con la convicción de que la Universidad debe recibir a las nuevas generaciones teniendo en cuenta sus reconfiguraciones culturales es que ponemos a disposición algunos de los primeros resultados ofrecidos por el campo con la aspiración de que puedan ser útiles a todos quienes participamos de la tarea educativa.
Respecto del Ciclo de Ambientación 2016
El 87% de los encuestados participaron en el Ciclo de Ambientación 2016 (232 alumnos), y aunque un pequeño porcentaje hizo sugerencias de tipo organizativas (no cambiar de aulas, evitar la superposición que se dio en algunas actividades y optimizar el cumplimiento de horarios), la mayoría evaluó positivamente la organización del mismo. No obstante, las sugerencias realizadas están siendo trabajadas con los coordinadores que tendrán a su cargo el Ciclo de Ambientación 2017.
En líneas generales, los estudiantes destacaron como muy positivas las actividades de foros y talleres: valoraron los temas tratados, las metodologías usadas y el nivel de participación que ellos tuvieron. Destacaron la disposición de los profesores y las estrategias que usaron para mostrar las características de la carrera. En este aspecto, algunas de las sugerencias giraron en torno a la profundización de las temáticas relacionadas con lo especifico de cada carrera y con aspectos que tienen que ver con la vida universitaria. También solicitaron que se agregaran algunos contenidos como técnicas de estudio y orientación vocacional. Uno de los aspectos más valorados fue la participación de estudiantes avanzados y de egresados que dieron testimonio y brindaron información.
Respecto de los primeros meses de cursado y la organización del Estudio
La mayoría de los ingresantes se inscribieron en 5 y 6 materias (69.6 %), mientras que un 17% cursa 7 materias; un 6.9%, cuatro y un 2.3%, ocho. Estos porcentajes dependen, sobre todo, de la cantidad de materias que el plan de estudio de la carrera elegida propone para primer año.
Un dato interesante es que la mayoría de los encuestados (39.4 %) sólo dedican al estudio
-fuera del tiempo del cursado-, entre 1 y 5 horas semanales. Un 22% estudia entre 6 y 10 horas; un 17.8 %, entre 11 y 15; y solamente un 20.8 % invierte más de 16 horas semanales en el estudio.
El 77% de los alumnos manifestó tener dificultades a la hora de comprender los textos y porcentajes similares hablaron de problemas a la hora de comprender las clases y de relacionar los temas trabajados -73.7% y 70%, respectivamente. Otras prácticas académicas como participar y hacer preguntas en clase, acceder a fuentes bibliográficas, sistematizar la información (hacer resúmenes, síntesis, cuadros, etc.), también resultaron calificadas como “difíciles”. Sólo un 10.4 % de los encuestados declaró no tener dificultades en sus trayectos académicos.
La encuesta arrojó resultados desalentadores respecto del uso de los espacios de consulta y de la biblioteca. El 52 % no aprovecha los horarios de consulta y un 20% sólo lo hace ante la inminencia de un parcial o la entrega de un trabajo práctico. El 66,9 % no usa la biblioteca y un 18.4% la usa muy pocas veces (un restante 10% lo hace semanalmente y un 2% quincenalmente).
Estos factores, que en la mayoría se entrecruzan, explican, en alguna medida, porqué el 50% de quienes contestaron la encuesta no obtuvo resultados positivos en las primeras evaluaciones (prácticos y parciales) que enfrentaron. A la hora de expresar sus temores frente al desafío de continuar sus estudios, además de aparecer cuestiones de índole contextual
-falta de tiempo por trabajo, problemas de salud, situación económica, etc.-, mencionaron temores que hacen al quehacer académico y sobre los que se pueden trabajar. “Contenidos complicados”, “muchos contenidos”, “no entiendo a muchos docentes”, “fracasar en dos materias me hizo repensar si había elegido bien”, “no estoy seguro de adaptarme después de no haber tenido una buena educación secundaria”, “me cuesta mucho estudiar” son sólo algunas de las múltiples frases que dan cuenta de las incertidumbres, las dudas y la desorientación que muchos de nuestros alumnos de primer año enfrentan en los primeros meses de cursado.
En este sentido, el Ciclo de Ambientación 2017 se propone trabajar sobre la confianza en las capacidades intelectuales de los estudiantes. Pero, también, sobre el contrato pedagógico que rige en el marco del nivel universitario que incluye, entre otros aspectos, la cultura institucional; el uso de los espacios de consulta; la importancia del diálogo con los docentes, el trabajo en grupo y la discusión intelectual; el compromiso con la práctica del estudio; el uso de fuentes digitales especializadas y la importancia de la cultura del libro en tanto valoración de las fuentes originales, aprovechamiento de recursos como la biblioteca, etc.