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Congreso Paulo Freire. Conferencia de Cierre a cargo de Adriana Puiggrós

El viernes 17 de septiembre, la Dra. Adriana Puiggrós cerró el Congreso Latinoamericano a 100 años del nacimiento de Paulo Freire “Transitar su legado: un acto de justicia” con su conferencia “Paulo Freire. Pedagogía y política para un contexto complejo”. Fue presentada por la Decana, Dra. Mercedes Leal, quien realizó por su biografía académica y de gestión.

En su disertación, la pedagoga ubicó a Freire en la historia latinoamericana: “más que ver a Freire como un mito, hay que reinscribirlo en la historia para que adquiera el valor de ser expresión de su sociedad”. En este sentido, afirmó que, a pesar de ser del siglo XX , “gran parte de su pensamiento trascendió, se anticipó a muchas situaciones que se están viviendo ahora”. Esto fue posible porque “partió de la situación más concreta de todas, su propio entorno, los campesinos pobres de Recife”, agregó. Puiggrós hizo un recorrido por las opciones profesionales y políticas de Freire, remarcando su convicción de que la transmisión de conocimiento no es, por sí misma, una instancia de cambio. Vinculó su pensamiento con la teología de la liberación, mencionó las críticas que esto le valió por parte de las izquierdas latinoamericanas, más allá de las efectivas incorporaciones de elementos del marxismo en sus posicionamientos. “Freire hace una síntesis interesante de diferentes corrientes del pensamiento progresista, democrático de centro izquierda y de las izquierdas latinoamericanas”, afirmó; y agregó, a modo de hipótesis personal, que también incorporó elementos de la ‘Escuela activa’, aunque el nunca adscribiera explícitamente a ella. 

Luego se refirió a los diversos usos que se hizo del pensamiento freiriano, en tanto trascendió a ese primer Recife y llegó a ser un pensamiento Universal. Usos que fueron desde considerar a su pensamiento como sólo como un método de alfabetización o como un método que borraba al educador (que sólo reproduce la ideología dominante), a un pensamiento profundamente humanístico: “la alfabetización de Freire alcanza a toda la dimensión humana” aseveró. Y es esta concepción la que explica la presencia en toda su obra, la preocupación por la relación entre la ‘diferencia’ y la ‘desigualdad’: “Este pensador se encontró con una población muy compleja (diferentes religiones, orígenes étnicos y culturales muy variados), por eso planteó que era necesario trabajar con las diferencias, sin diluirlas, para articularlas, sin tolerar la desigualdad”. De ahí su convicción de que con la educación sola no se podía, “la educación está atravesada por lo político, en tanto trama profunda de construcción de poder”. A partir de esta idea, trabaja el vínculo pedagógico. Vincula estos procesos con la idea de ‘colonización’, no sólo la histórica, sino la contemporánea, la colonización que se lleva a cabo desde los sectores acomodados sobre los más pobres, y postula a la educación como una posible herramienta de descolonización. Y esto sólo será posible si el educador reconoce los saberes del educando.

En consonancia con este pensamiento y vinculándolo con nuestra realidad Puiggrós afirmó que “Si vamos a buscar a estudiantes que han dejado la escuela durante la pandemia, debemos comenzar por reconocer los saberes de su comunidad y preguntar qué aprendieron en esos tiempos”. También sostuvo la importancia de tener en cuenta la materialidad del vínculo pedagógico. Tener en cuenta los soportes que cruzan y entretejen este vínculo. De esa forma apostar a eso que proponía Freire: establecer diálogos entre culturas distintas, proponiendo una filosofía de la educación crítica, un racionalismo en el que se pueda incluir al otro. 

Freire propone acompañar al educando en el pasaje de la conciencia mágica, al estadio de la conciencia ingenua para alcanzar la conciencia crítica. “Esta idea tiene que llevarnos a no dejar que las corporaciones invada la educación pública, perder soberanía, que los docentes seamos descalificados”, enfatizó y conculyó con la hipótesis de que Freire recomendaría a las y los educadores asumir  una postura crítica constructiva para así podre acompañar a los educandos para que ellos también la adquieran, por ejemplo, en el uso de la tecnología. 

Finalizada la conferencia la Dra. Leal dialogó con la invitada y realizó una síntesis de todas las actividades del congreso y del pre-congreso, agradeciendo a todas y todos los participantes. 

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Educación y política; la politicidad en el oficio de educar

El viernes 17 se llevó a cabo la Mesa panel “Educación y política; la politicidad en el oficio de educar”, a cargo de Nicolás Arata (CLACSO-UBA) y Walter Kohan (NEFI / UERJ – Brasil).La presentación la realizó Isabel Ámate Pérez, secretaria de Educación de la provincia de Tucumán, quien propuso la organización de la Mesa a partir de tres ejes: vigencia de la obra de Freire en la actualidad; sentido de lo político en el oficio de educar; y reflexiones en relación a la tarea docente.

Walter Kohan comenzó su conferencia haciendo una contextualización actual sobre Brasil. Habló del difícil momento que atraviesan, y que hay poder y autoritarismo, pero que sobre todo, hay resistencia. Asimismo, se refirió al hecho de que se están viviendo cosas maravillosas en Brasil por la cercanía al natalicio de Freire, resistencia, movimientos, esperanza, y que más se puede pedir a una obra de Freire y a su vida que ocasionar movimientos de resistencia.

Luego dijo que una de las maneras de homenajear a Freire es viajar, porque el oficio de educar exige viajar, viajar aún sin destino, ya que como Freire decía, “si se sabe a donde se llega no se viaja, solo se sigue una profecía. El viaje exige que el propio sentido del viaje, aparezca en el camino.” Y siguió, el viaje reclama la movilización, no tanto física sino también movilizarse en un sentido político, que tiene características o condiciones singulares: el deseo de salir del lugar en el que se está y la necesidad de hacer nacer una pregunta (¿en dónde estoy?). Cuando sabemos a dónde vamos a viajar respondemos simplemente a un destino, a algo prescrito; esto para nada tiene que ver con el viaje nacido de una pregunta, de un planteamiento, lo que sí tiene que ver con educar, ya que educar exige enseñar, enseñar a preguntar y aprender a preguntar, porque el viaje nace de una pregunta de la misma manera que nace el trabajo docente. Es un viaje que exige buena compañía y la escucha del diálogo.

Kohan presentó un “sello” con el lema A 100 años de un niño y explicó que cuando Freire tenía 68 años recibió un premio sobre la infancia, concepto al cual lo entendía como un tiempo, como una condición para poder educar a las personas de todas las edades. La educación infantil debía estar orientada a la escucha, a la preservación y el cuidado de un tiempo de la infancia, no a la niñez.

“El tiempo que nos propone Paulo Freire es el del amor, el del juego de los niños y las niñas, el del escuchar…
y siguiendo al Che Guevara y su concepto de que el amor es como una condición de revolucionario y revolucionaria, este amor no desde el sentimiento de amar, amor como confianza que se puede hacer nacer un mundo nuevo, confiar en que la historia nunca está terminada y en mantener viva la infancia”, finalizó.

Nicolás Arata abrió su espacio con la pregunta ¿qué celebramos en el natalicio de Paulo Freire? Y respondió: “lo que celebramos es un legado plural, con muchas aristas, una pedagogía latinoamericana y caribeña, transformadora, emancipadora y comprometida con la democratización del conocimiento (por nombrarla de alguna manera)”. Propuso celebrar el legado plural que se condensa en torno a su figura, pero que a su vez lo desborda y excede.

Habló también de celebrar la relación entre lo político y la educación, de lo político en las aulas: “Freire bien lo plantea en sus libros. Es en las escuelas es donde se juega con el concepto de la transformación, donde se juega con el orden de lo común, de la emancipación, con la idea de proponer la clase como un acto político en donde se transcurre y se juega con el orden de la igualdad”. Luego, citó a María Pía López (como síntesis de lo que se celebra con este congreso): hay que partir de la igualdad en nuestras aulas, clases, con nuestros adolescentes, jóvenes y niños y niñas, el cual es esencial, ya que sin él, ningún saber se transmite, ningún mando se acata. Y trabajar para ampliarla indefinidamente”.

Se refirió a que la política debe estar presente a una distancia que permita abrir un espacio para que las ideas sean re-apropiadas por nuestros y nuestras estudiantes, que desencanten, que inviten a la pregunta, para que suceda la pregunta, y no dar respuestas preestablecidas que se apropien de tal manera que termine siendo una partidización.

Arata trajo a colación el episodio de la docente de La Matanza, calificó su accionar como pasional y desmedido, mostrando que a consecuencia de esto se produce una relación asimétrica de poder, en un sujeto activo y uno pasivo, para decir que al contrario, como docentes, siempre se debe invitar al diálogo, en contrapartida de la educación bancaria. Y que revolear por la cabeza a un estudiante la biblia, tiene la misma interpretación que la de revolear el primer tomo del manifiesto comunista de Marx, por más revolucionaria que se crea esta última.

En el final citó a “La pedagogía del oprimido” describiéndolo como el libro del pensamiento pedagógico latinoamericano del siglo XX. Propuso construir herramientas pedagógicas institucionales propias, siguiendo el hilo conductor de que no se podría imaginar una pedagogía dialógica al margen de la escuela, sino integrada a favor del oprimido, con impronta latinoamericana. Por ello, la celebración de los 100 años del natalicio, y del legado del que forma parte vital y lo desborda, y la cuestión de recordar, no se trata de mitificar a Paulo Freire y a su legado, sino de (re)leerlo, estudiarlo, preguntarse sobre su obra, compartir sus ideas y sobre todo seguir interpelando su legado y preguntarse: ¿Después de Freire, qué?

Por último, Isabel expuso un resumen de las ideas principales de la charla y habló de que ambos expositores coinciden en la importancia de materializar los principios de la educación mediante la clase y la escuela como acto político en donde los educadores deben tallar la práctica mediante los principios de igualdad y de vivir el desplazamiento como un andar exploratorio que exige salir del lugar de confort.

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Las nuevas narrativas de la educación popular en América Latina

El 17 de septiembre se realizó la Conferencia “Las nuevas narrativas de la educación popular en América Latina”.

La exposición estuvo a cargo de Alfonso Torres Carrillo (UPN, Colombia). Educador popular e investigador social colombiano. Profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional. Magister en Historia. Y presentó Carolina Abdala (UNT).

Alfonso brinda, primeramente, un recorrido histórico sobre la Educación popular para llegar finalmente a caracterizarla en los tiempos actuales.

En un primer momento, durante la década de los 70 y 80, la Educación popular surge como un movimiento, en un contexto de plena radicalización de las luchas sociales y los movimientos de izquierda, de la lucha por la construcción de la democracia en países en donde se establecieron dictaduras militares. Estaban orientadas por un ideal revolucionario, de transformación profunda de las sociedades y de las estructuras políticas y económicas.

En un segundo momento, durante la década de los 90, se produce una inflexión producto de la caída del socialismo en países orientales, el fin de las dictaduras en aquellos países latinoamericanos donde se habían instalado y las expansiones de políticas neoliberales. Esto llevó a repensar a la Educación popular no ya con un horizonte político transformador y emancipador, sino como una formación para la ciudadanía para acompañar la construcción de una sociedad democrática.

A comienzos del siglo XXI se empezaron a vivenciar las consecuencias de las políticas neoliberales de la década de los 90: la pobreza y el desempleo. Lo que conllevó a una reactivación de los movimientos sociales y del discurso esperanzador de que otro mundo es posible. Se comienza así a plantear el fortalecimiento de la vinculación entre educación popular y los movimientos sociales, lo que produjo una expansión de la educación de adultos, la emergencia de nuevas categorías o propuestas dentro de la Educación popular de acuerdo a la población a la que se atendía y una mayor presencia de la Educación popular en los ámbitos universitarios.

Además se hace notorio el surgimiento de nuevos movimientos sociales, ya no ligados al mundo económico, productivo y social, sino a otros ámbitos, como el ambiental, las situaciones de opresión contra la mujer y desidentes (con la lucha feminista), la comunidad LGBT, estudiantiles, entre otros.

Hoy, ya no se adhiere a la concepción inicial de la Educación popular, entendida como un medio de transformación para llegar al socialismo, sino que se reconocen una pluralidad de horizontes políticos de futuro que tienen que ver con otros mundos posibles y con el “buen vivir”.

Llegando al final de la conferencia se dedicó un espacio para reflexionar e intercambiar ideas sobre las preguntas que fueron realizando los y las oyentes de Youtube. Se trataron temas como: los aportes de la educación popular para repensar, revisar y modificar las prácticas pedagógicas docentes en las universidades; la inspiración de la obra de Paulo Freire para renovar y transformar las escuelas; las metodologías “dialécticas”; relación entre virtualidad y educación popular y, por último, trayendo a colación el caso de la docente de La Matanza que reprochaba a su estudiante por no adherir a los postulados del gobierno, se preguntaban si el adoctrinamiento es también una actitud “bancaria”.

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